martes, 15 de mayo de 2012

LOS PRO Y CONTRA DE COMER PESCADO CONGELADO



Cuando los pescados se someten a temperaturas de refrigeración, estos fenómenos no se inhiben, pero se retarda durante tiempos más o menos prolongados. La disminución de la temperatura reduce la velocidad de las reacciones bioquímicas, pero no inactiva las enzimas.

Normalmente, los pescados no son en su mayor parte consumidos en un plazo corto desde su captura y son utilizados para procesos posteriores como materia prima en productos mas elaborados, por lo que se tiende a su conservación, siendo en estos momentos la congelación la mejor forma para asegurar la calidad nutritiva y comercial del pescado; aunque es necesario conocer todos los factores positivos y negativos que lleva consigo el consumo de pescados congelados, ya que el pescado termina deteriorándose al cabo del tiempo y con almacenamiento.

En general, la congelación y el almacenamiento en estado congelado motivan la desnaturalización y agregación de las proteínas; así como la ruptura de células musculares. Estas modificaciones son pequeñas cuando la congelación es rápida (ultra congelación), lo que permite que se formen cristales de hielo muy pequeños respecto al tamaño celular. Pero, si la congelación es lenta, dependiendo del tamaño del pescado, en sus tejidos se forman grandes cristales de hielo, lo que permite la salida de nutrientes y, por tanto, un proceso de deshidratación de los pescados.

Las principales consecuencias de estos fenómenos son, por un lado, una mayor liberación de enzimas que actuaran sobre las grasas enranciándolas y, por otro lado, se producirá un descenso en la capacidad de retención de agua, que se manifiesta después de la descongelación por un gran exudado, produciendo perdida de peso considerable y textura muy reseca.

3era...APORTACIÓN

El pescado presenta grandes propiedades nutricionales, relacionadas con el contenido de
proteínas, la calidad de su grasa y la aportación de ciertos minerales y vitaminas.
El contenido de grasa puede ser muy variable. Esto influye a su vez en el valor
calórico, de forma que puede ser el doble al consumir un pescado graso. El porcentaje
de grasa es inversamente proporcional al contenido acuoso, a más grasa menor
contenido en agua. En el pescado encontramos ácidos grasos poliinsaturados que
intervienen en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, debido a
la prevención de la agregación plaquetaria, vasodilatación...Además estos ácidos
presentan otras acciones menos conocidas como: disminuir riesgos de las fracturas,
presión arterial...También son anticancerígenos y antiinflamatorios. En el pescado
podemos encontrar cantidades significativas de otros ácidos grasos como oleico y
palmítico.
Las proteínas son de alto valor biológico y se sitúan entre 15-20%. El contenido
proteico es parecido al de la carne, sin embargo el pescado es más digerible porque tiene
menos tejido conjuntivo y es menos rico en colágeno, es menos polimerizado...
El contenido de hidratos de carbono en el músculo es prácticamente inapreciable.
En cuanto a los minerales, el pescado es fuente principal de yodo en la dieta. También
aporta hierro, selenio y zinc, aunque en menor medida que la carne. En cuanto al aporte
de calcio, tiene interés en pescados pequeños en los que se consume la espina
(boquerón) o en pescados enlatados donde la espina se ablanda durante el tratamiento
térmico de conservación o semiconservación y se ingiere fácilmente (sardinas, anchoas).
Principalmente en pescados grasos y en aceites de hígado de pescado destacan las
vitaminas liposolubles A y D. Con respecto a las hidrosolubles, sus contenidos varían
según la especie. En general, los pescados aportan cantidades significativas de B12 y en
menor cuantía destacan las vitaminas: B1, B2. De una forma específica, destaca el
contenido en B6 en el atún y el salmón.

5 razones inteligentes para DISFRUTAR EL PESCADO

La mayoría de los expertos en nutrición nos dicen que comamos más pescado, el consejo proviene de grupos como la Sociedad Americana del Corazón y el Departamento de Agricultura de los EE.UU. Casi siempre es mejor comer pescado entero. Los pescados y mariscos enteros contienen más nutrientes que los aceites y suplementos refinados. Además existen muchas variedades que probar, desde la trucha alpina hasta el pescado blanco.


1. Los ácidos grasos omega 3
Estas grasas “buenas” contribuyen a la salud de muchas maneras: ayudan a reducir el riesgo de sufrir trastornos del corazón y reducen la presión sanguínea, también ayudan a prevenir la artritis y contribuyen al funcionamiento del cerebro.
Los ácidos grasos omega 3 se encuentran en todo tipo de pescados, pero los pescados con más contenido de grasa contienen la mayor cantidad de estas sustancias. Algunas buenas opciones son la trucha, el salmón, el atún (variedad ligera, enlatada en agua), las sardinas, las almejas, el cangrejo y el bacalao.

2. La proteína
El pescado contiene proteína de alta calidad. La mayoría de los pescados contienen aproximadamente la misma cantidad de proteína, onza por onza, que las carnes rojas magras (res y cerdo) y que la carne de aves. 3 onzas de pescado cocido contiene aproximadamente de 20 a 25 gramos de proteína; el salmón y el atún figuran entre los de mayor contenido proteínico con aproximadamente 25 gramos de proteína.
3. La vitamina D
La vitamina D equivale a disfrutar de unos momentos bajo el sol. Solía pensarse que esta vitamina sólo era importante para los huesos; sin embargo, ahora se tienen grandes noticias: parece ser que esta vitamina afecta cada célula de nuestro organismo. Las principales fuentes de vitamina D son los productos lácteos fortificados, la exposición al sol y los suplementos, pero también puede encontrarse en pescados con alto contenido de grasa. Algunas buenas opciones incluyen el salmón, el atún y el pez caballa.
4. Otras vitaminas
La vitamina D solamente es una de las muchas vitaminas esenciales que se encuentra en pescados y mariscos. El pescado puede ser una gran fuente de vitamina A; especialmente el salmón y el atún. Una porción de atún contiene el 43% de la vitamina A que necesita para todo un día; además, el pescado también contiene vitamina E y B.
5. Muchos minerales
Consumir pescado es una buena manera de obtener yodo, selenio, fósforo y magnesio; la mayoría de los pescados contienen calcio, pero no en grandes cantidades: 3 onzas de pescado contienen menos de 100 miligramos de calcio. El pescado enlatado es la excepción, si se come los diminutos huesos. Las sardinas enlatadas y el salmón contienen por lo menos 250 miligramos de calcio en cada porción.

2do. APORTE; COMPOSICIÓN NUTRICIONAL

El pescado presenta grandes propiedades nutricionales, relacionadas con el contenido de proteínas, la calidad de su grasa y la aportación de ciertos minerales y vitaminas.

El contenido de grasa puede ser muy variable. Esto influye a su vez en el valor
calórico, de forma que puede ser el doble al consumir un pescado graso. El porcentaje
de grasa es inversamente proporcional al contenido acuoso, a más grasa menor
contenido en agua.

En el pescado encontramos ácidos grasos poliinsaturados que intervienen en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, debido a la prevención de la agregación plaquetaria, vasodilatación, además estos ácidos presentan otras acciones menos conocidas como: disminuir riesgos de las fracturas, presión arterial; son anticancerígenos y antiinflamatorios.

En el pescado podemos encontrar cantidades significativas de otros ácidos grasos como oleico y
palmítico.

Las proteínas son de alto valor biológico y se sitúan entre 15-20%. El contenido proteico es parecido al de la carne, sin embargo el pescado es más digerible porque tiene menos tejido conjuntivo y es menos rico en colágeno, es menos polimerizado. El contenido de hidratos de carbono en el músculo es prácticamente inapreciable. En cuanto a los minerales, el pescado es fuente principal de yodo en la dieta. también aporta hierro, selenio y zinc, aunque en menor medida que la carne. En cuanto al aporte de calcio, tiene interés en pescados pequeños en los que se consume la espina (boquerón) o en pescados enlatados donde la espina se ablanda durante el tratamiento térmico de conservación o semiconservación y se ingiere fácilmente (sardinas, anchoas).

  • Principalmente en pescados grasos y en aceites de hígado de pescado destacan las vitaminas liposolubles A y D. Con respecto a las hidrosolubles, sus contenidos varían según la especie. En general, los pescados aportan cantidades significativas de B12 y en menor cuantía destacan las vitaminas: B1, B2. De una forma específica, destaca el contenido en B6 en el atún y el salmón.



PRIMERA APORTACION: OMEGA 3



El pescado es uno de los alimentos que más nos provee ácido graso omega-3, esencial para la salud cardiovascular, pues reduce la presión arterial y la obstrucción de los vasos sanguíneos: se dice que quienes comen pescado 2 veces a la semana tienen menos riesgos de sufrir un accidente cerebrocardiovascular. Además, el omega-3 nos protege contra el cáncer, alivia la artritis reumatoide y trastonos de la piel, como la psoriasis, y es bueno para el cerebro y los nervios.